Y ahora, ¿Quién se hace responsable?

Tres fechas del torneo nacional, con similares “sinsabores” para la hinchada azul. Sabores parecidos, pero lamentablemente completamente esperables.

Resultados producto un par de veces de gruesos errores del rival (como las dos faltas que ayer terminaron en lanzamientos penales), o de que la suerte a veces toca disfrutarla y en tales casos hay que saber aprovecharla. Pero de que sean consecuencia directa de las cosas bien hechas, nada de ello ha ocurrido…

Aciertos personales (como la potencia goleadora demostrada por Cristián Palacios o la garra permanente de Ronnie Fernández), han posibilitado que hasta ahora la “U” haya marcado en los 3 partidos. Los mismos 3 cotejos en los que no ha logrado terminar con su valla invicta, a pesar de tener en el equipo a un arquero seleccionado nacional, que con seguridad estará con su selección en Qatar 2022, y que se ha encargado de evitar que los resultados nos resulten menos favorables todavía…

Pero “ni los errores se perdonan siempre, ni la suerte acompaña permanentemente”, y ayer resultó más que tangible esta sentencia. En el partido ante Ñublense quedaron al desnudo algo mucho más grueso que ‘simples detalles’: lo mal conformado que está el plantel en su zona defensiva con jugadores que, o pasan por un muy bajo período de rendimiento, o simplemente no están para jugar en la “U”…, o la pobrísima estructuración del mediocampo, tanto el de corte como el de construcción de juego, no solo por el bajo rendimiento de quienes por allí transitan sino, lo peor, porque se insistió porfiadamente en dejar en el plantel a un muy deficiente Pablo Aránguiz o Camilo Moya, o a un jugador que ya no está para un equipo como la “U”, a quien además se lo trae con la “chiva” de que sería un líder y referente (además de entregarle la jineta de capitán) como Felipe Seymour. Y conste que me refiero exclusivamente a las condiciones y actualidad futbolística de ellos.

Así, será mucho lo que se tenga que pagar en lo sucesivo si se insiste tozudamente en que “el plantel está cerrado”. Pero para Roggiero, que debe tener su contrato y pagos asegurados por un largo tiempo, quizás dé lo mismo. Tampoco quizás para Escobar que estaba cesante antes de ser llamado por dicho Gerente para entregarle el equipo, a quien no importe mucho porque también tiene su remuneración y permanencia en el cargo aseguradas.

El alto costo lo pagaremos los hinchas que seamos quienes veamos al equipo, una vez más, transitar por la incertidumbre y los vaivenes de un devenir de más bajos que altos momentos. Y a quien habrá que “pasarle factura”, una y otra vez, será al ideólogo y principal responsable de esto que ya empezamos a vivir: Cristian Aubert (respaldado por la ‘firma fácil’ de Michael Clark).

El tiempo probablemente demostrará que esta columna es “fatalista” y “precipitada”, o “porque esto recién comienza”. Seré el primero en reconocerlo y alegrarme si ello ocurre.

Andía, Carrasco, I. Tapia, Seymour, Moya, Aránguiz o Poblete, por solo citar a algunos, con seguridad no serán nunca llamados por Buljubasich para UC o por Morón para CC. Tan simplemente porque no son para equipos “grandes”, que es el tipo de jugador al que debe aspirar la “U”. Y de eso claramente Aubert, Clark, Roggiero o Escobar, que de la verdadera historia de la “U” nada saben, muy poco se puede esperar.

Por Jaime Aguirre Dueñas,

@jaimeagUirred,

para 100x100azules y @Cienx100Azules

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