AZULES 2021: OTRO AÑO DE INCERTIDUMBRES.

Pronto a iniciarse otro período de competencias locales para la “U”, y los hinchas nos vemos enfrentados a otra experiencia de incertezas respecto a lo que pueda venir. Es cierto, el fútbol no es una ciencia exacta y constituye algo en cierta medida impredecible y lleno de sorpresas. Quizás sea una de las razones para verlo y seguirlo con tanta dedicación y pasión.

Pero particularmente para nosotros los azules, los últimos años han tenido mucho – demasiado quizás – de ese componente por momentos de verdadero sufrimiento, como la temporada 2019, y de parecer estar constantemente caminando sobre una cornisa, como la reciente temporada 2020.

La muy mala campaña del 2019 nos mantuvo ‘luchando’ contra la parte baja de la tabla y la posibilidad de un descenso directo, cosa que en cierta forma se rescató gracias a un último tramo del torneo con resultados un poco mejores y la abrupta suspensión de la competencia porque un grupo grande de jugadores y clubes no quisieron, o no se atrevieron, a seguir jugándola. Tres cambios de entrenador durante el año, la salida (renuncia) de la presidencia y del directorio del accionista mayoritario, la designación de un “segundo de su confianza” a la cabeza de la gestión y tantas otras malas decisiones, agregaron aún más componentes de incertidumbre en el entorno. Sin dejar por cierto de mencionar los desaciertos de los encargados de la estructuración de ese plantel, errores algunos por los cuales aún padecemos…

Todo eso, trajo como consecuencia para el 2020 la horrible experiencia de la muy penosamente inventada “tabla ponderada”, ideada por algunos dirigentes entre los cuales estaban, y no accidentalmente por cierto, integrantes de la cúpula de nuestro propio equipo, también no casualmente, partícipes de muchos de los errores de la temporada anterior. Mala idea que nos acompañó y nos tuvo pendiendo de un hilo otro año más, que debe haber sido uno de los más largos en términos de extensión y sufrimiento: detención del torneo por cuarentenas, fechas jugadas cualquier día y a cualquier hora de la semana, suspensión de partidos por protocolos sanitarios a raíz de brotes de contagios, acomodo ‘a como diera lugar’ de las fechas para lograr terminar los torneos antes de que se iniciaran las competencias internacionales en Sudamérica…, es decir, todo a la carrera, atípico y por si eso fuera poco, obligados a seguir al equipo que nos gusta, entre otras cosas por el ambiente que se vive en las canchas cuando juega, sólo por el canal oficial de televisión.

Canal que además, pudiendo hacerlo como quedó demostrado al final del campeonato, nunca utilizó la opción de segmentar al público y a los diferentes equipos por sus distintas señales y por el contrario, en su afán por programar los encuentros uno a uno, nos obligó a verlo en horas ridículamente incómodas muchas veces.

Y todo, como está sobradamente dicho, en medio de una total incertidumbre.

Este 2021 sin embargo, no se presenta con mayor cantidad de certezas. A algunos días de que se concrete el traspaso de propiedad del grupo accionario que tiene en su poder la concesión y administración del club, no sabemos con exactitud quién o quienes serán los nuevos regentes y, por ende, quienes integrarán el nuevo directorio que gobierne los destinos a partir de Abril o Mayo. Tampoco por lo tanto puede considerarse que reinen las certezas tanto para ejecutivos como para los y las funcionarios/as que trabajan en el día a día interno, acerca tanto de su continuidad en los cargos como de las tareas y orientación que impongan los nuevos dueños.

Pero donde, a juicio de quien escribe, existen menores certezas, es en relación con lo que ocurra con el equipo en la cancha. Con el futuro del DT Dudamel. Con el rendimiento de los recién incorporados al plantel. Con la llegada, o no, de nuevos incorporados. Sobre si habrá un especialista para el puesto de lateral izquierdo, o no llegará nadie. Sobre quién deberá constituirse en el nuevo ‘líder’ de un grupo que perdió a muchos de los que ostentaban esa calidad en el plantel anteriormente. Acerca de cómo funcionarán, si es que se les da la oportunidad de continuar jugando, los juveniles canteranos que debieron cargar la responsabilidad sobre sus hombros en la vuelta de Libertadores ante San Lorenzo. En definitiva, acerca de cómo va a poder rendir en las fechas venideras un equipo lleno de ‘desconocidos’ para muchos de nosotros y, lo peor, también entre ellos mismos.

Comenzará nuevamente entonces un nuevo período de más dudas que certezas. Cualquiera podría pensar que es lo habitual para nosotros los azules, especialmente durante estos últimos años. Pero de que no está bien, claramente no está bien.

O a usted le parece que este sea un “escenario ideal”…?

Por Jaime Aguirre D., @jaimeagUirred, para 100x100azules.cl y @Cienx100Azules

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